ANODOS DE PROTECCION CATODICA
La protección catódica es indispensable para evitar cualquier problema de corrosión en los depósitos acumuladores . Sin dicha protección, la garantía ofrecida por SUICALSA quedaría sin efecto.
ÁNODO DE MAGNESIO SACRIFICABLE
Los ánodos de magnesio ofrecen una protección catódica adecuada en los acumuladores con revestimiento interior y de acero inoxidable. No obstante, puesto que es un elemento consumible que se desgasta al realizar la protección catódica, tienen una duración limitada en el tiempo. Es imprescindible comprobar periódicamente el estado del ánodo.
El periodo recomendado de sustitución del ánodo de magnesio depende de las condiciones de utilización y de las propiedades del agua acumulada, pero se aconseja sustituirlo como máximo cada 18 meses. En caso de utilización intensiva o cuándo el agua es muy dura (alto contenido de cal) se recomienda sustituirlo cada 12 meses.
ÁNODO ELECTRÓNICO (CORREX)
Los ánodos electrónicos CORREX Suicalsa son la protección más adecuada para los acumuladores con revestimiento Polywarm®, puesto que no necesitan mantenimiento y ofrecen una protección permanente (siempre que se cumplan rigurosamente las instrucciones de montaje que se adjuntan con los ánodos). Sin embargo, no son adecuados para proteger acumuladores en acero inoxidable.
La protección contra la corrosión se proporciona mediante la estabilización del potencial del electrolito, a través de la aplicación de una corriente impresa producida por el dispositivo. El mantenimiento de dicho potencial está garantizado por la medición de la diferencia de potencial entre el acumulador y el ánodo de titanio, con una periodicidad muy elevada (microsegundos), y la adecuación de la corriente impresa para conseguir el potencial nominal.
El ánodo está constituido por una varilla de titanio, con la parte extrema activada, e insertada en el otro extremo en un racor de 1”1/4 del que se encuentra aislado eléctricamente. El dispositivo de alimentación se encuentra alojado en una carcasa de material aislante resistente a las condiciones habituales de uso de las centrales térmicas. Consta de un LED de señalización luminosa colocado en la parte frontal del dispositivo. Dicha señalización permite conocer el funcionamiento del dispositivo: LUZ VERDE corresponde con un modo de funcionamiento adecuado (se aporta corriente impresa), mientras que la LUZ ROJA indica un funcionamiento anómalo.
En este último caso es necesario seguir las recomendaciones de detección de problemas que se incluyen en las instrucciones suministradas con el dispositivo. Si no es posible solucionar el problema, es necesario ponerlo en conocimiento del instalador.